Dos bodegas extremeñas presentes en la Feria del
Queso de Trujillo, bodegas "Las Granadas" y bodegas
Ruiz Torres, como cada año, durante los cinco días que duró la
Feria Nacional del Queso de Trujillo, ofrecieron por 50 céntimos
el vaso, los mejores caldos de sus bodegas, que permitían un maridaje
casi perfecto con las mas de 300 variedades de quesos que se podían
degustar en la Plaza Mayor de Trujillo. La bodega “Las Granadas”
es propiedad del trujillano José María Cancho quien también lleva
la dirección del hotel las Cigüeñas de Trujillo, esta bodega fue
pionera en ofrecer sus magníficos caldos a los visitantes de la
Feria del Queso.
A trece
kilómetros de Trujillo por la carretera que va a Guadalupe se
encuentran las “Granadas Coronadas”, termino municipal de Herguijuela,
asentada en las estribaciones de la sierra de las Villuercas a
una altitud de 800 metros sobre el nivel del mar y con un microclima
muy especial que la permite ser una de las zonas más vinícolas
más importante de la provincia de Cáceres y con identidad propia.
Las excelente
uvas de la sierra de Lagares, una adecuada elaboración, junto
a una larga y consolidada experiencia, con tecnología punta han
hecho posible que estas bodegas obtengan una amplia de vinos de
muy alta calidad, siendo su producto estrella “Torre Julia” elaborado
con Cabernet Sauvignon y Cencibel, de ojo de rubí, muy brillante
y firme, de fiel aroma y ligero en el gusto, es un vino carnoso
en el paso de la boca, amplio, lleno y elegante, de buena estructura
y hermosa permanencia en la boca; son definiciones de la enóloga
María Isabel Mijares García – Pelayo. Este vino
es muy apreciado por gastrónomos y consumidores de tal
manera que desaparece rápidamente del mercado.
En la
bodega también se elaboran otros vinos de gran calidad “Lagares”
elaborados con Cencibel, “Pitarra” resultado de la mezcla de borba,
alarije y cencibel, “altamirano” elaborado con alarije y “Chiviri”
con alarije y borba.
Desde hace siglos, en la zona de la sierra de
los lagares se cultivaron el olivo, la higuera, la vid muy arraigados
en esta zona.
Durante
siglos, también se han mantenido explotaciones de carácter familiar
que artesanalmente transformaban en vino una abundante producción
de uvas, peculiar de la zona, para el consumo familiar y para
personas que trabajaban para la hacienda.
En la
actualidad numerosos lagares conservan sus propias bodegas donde
hacen y conservan el vino producido en la Sierra de los Lagares,
es un vino de calidad, la climatología y una afloracion adecuada
permiten que las uvas sean de una excelente calidad, las uvas
autóctonas (alarije, borba, tempranilla) y también la Cabernet
Sauvignon que se ha adaptado perfectamente a estas tierras.
Tras
la recepción de las uvas en la bodega, se hace el estrujado de
donde se estrae el mosto y se separa el escobajo, el mosto para
los depósitos de fermentación y maceración y después el presentado.
El vino fermentado, se filtra, se embotella y se va al mercado
(es el tinto joven). Después de la crianza en madera y en botella
sale al mercado el vino de crianza (dos años) reserva (tres años)
y gran reserva (cinco años).
Según
nos comenta Ruben Cancho Martín, enólogo y propietario, quien
nos ha facilitado estos datos, las bodegas “las Granadas” actualmente
llevan a cabo una ampliación de las instalaciones, cuya explotación
tendrá 8000 metros cuadrados de exposición y podrán elaborar anualmente
1millon y medio de litros de vino embotellado.
El sótano
con 2500 metros cuadrados tendrá 1000 cubas de roble, por lo que
podrán aumentar tanto la producción de vinos de crianza como de
reserva.
La idea
es que progresivamente se dote a la bodega de hasta 4000 cubas
de roble que será su capacidad total.
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